Azul Ultramar: el pigmento más caro de la historia.

¿Por qué el AZUL ULTRAMAR es el pigmento más caro de la historia?... ¡Te lo explico en el artículo de hoy!

También se le conoce como Ultramar, Azul Ultramarino y Ultramarino natural. Algunos le llamaban “Azul mariano”, porque con él se representó en repetidas ocasiones a la virgen María.

En la antigüedad en el Siglo XV (A.C) existió un tinte muy costoso - El Púrpura de Tiro- pero éste se utilizó en textiles y desapareció con la caída de Constantinopla. La receta para su elaboración se redescubrió a mediados del Siglo XIX.

HISTORIA

El Azul Ultramar se obtiene del Lapislázuli, una piedra semipreciosa extraída de las montañas del noreste de Afganistán. Esta fue la principal fuente de abastecimiento para el arte europeo del 1300 al 1800.

Difícil de transformar en pigmento, y de una luminosidad y estabilidad inigualables, el Azul Ultramar se convirtió en el objeto de deseo de muchos artistas.

Durero, Giotto, Tiziano y Vermeer entre otros...

©Baco y Ariadna - Tiziano (The National Gallery –Londres)

Llegó a valer más que el oro. 30 gramos de Azul Ultramar equivalían a 41 gramos de oro.

Cuanto más puro, más luminoso era el color, y por lo tanto más costoso.

Alberto Durero -el pintor más importante del Renacimiento alemán- intercambiaría varias de sus obras (bastante costosas ya en su época) por 1 onza de Azul Ultramar.

En sus obras la luminosidad del Azul Ultramarino se desvanecía, debido a la técnica empleada y al fondo oscuro que utilizaba como base.

©Virgen y niño con una pera - Durero (Kunst Historisches Museum- Viena)

Ningún otro artista del Siglo XVII lo usó tanto como Vermeer.

El maestro del Barroco holandés murió arruinado a los 43 años. Su afición al Azul Ultramar, agravaría su situación financiera.

©La Lechera - Vermeer (Rikjsmuseum – Amsterdam)

Debido a sus cualidades y a su precio prohibitivo, diferentes gremios artísticos en Italia restringieron su uso, destinándolo a representar obras importantes y simbólicas.

Se usó en reiteradas ocasiones para representar el manto de la virgen María.

©La Virgen rezando - Giovanni Battista da Sassoferrato (The National Gallery-Londres)

Yves Klein, representante del Neodadaísmo, se inspiró en el Azul Ultramar para crear su propio color: International Klein Blue (IKB).

Para él y para Kandinsky el Azul era sinónimo de perfección y divinidad.

En 1828 el Azul Ultramar fue reemplazado por el Azul Ultramar artificial, de origen sintético.

Actualmente una empresa alemana lo sigue fabricando para pedidos especiales. Su precio ronda los 1131 euros los 50 gramos, y los 21480 euros el kilo.